Hoy en día la gran mayoría de cámaras réflex ya cuentan con la función de grabación de vídeo. Ese vídeo dependerá directamente de la calidad de la cámara, pero muchos modelos nos permiten resoluciones de alta calidad. Eso sí, a través de los consejos que te vamos a mostrar podrás sacar más partido a tu cámara.
Lo primero que tenemos que hacer para sacar el máximo partido a la cámara réflex es leer bien las instrucciones. En las mismas se nos indicará como grabar en diferentes resoluciones y sobre todo como activar el modo cámara.
Como nos indican desde esta productora audiovisual valenciana, cuando abrimos el modo video de la cámara réflex se nos abre todo un mundo de posibilidades. Esto significa que no solo podemos usar la cámara para hacer fotos, sino que también la podremos usar para hacer vídeos y conseguir muy buenos resultados.
Para comenzar, te recomiendo entrar en el menú de la cámara. Tienes que entrar en el menú dedicado a vídeo, no en el de fotos no siendo que cambies parámetros que no te interesan a la hora de conseguir buenas fotos. Una vez dentro del menú de vídeo te recomiendo configurar los diferentes parámetros a tus necesidades. Los parámetros que tendrás que configurar serán los siguientes.
Resolución: es un apartado importante. Personalmente te recomiendo poner la máxima resolución posible para que la calidad del video sea la mayor posible. Eso sí, cuanta más calidad pongas, más espacio ocupará en la tarjeta de memoria. Puedes elegir entre vídeos HD, Full HD o incluso vídeos 4K en algunos casos. No todas las cámaras incluyen esta última resolución.
Micrófono: es un punto importante por configurar para conseguir unos buenos resultados. Si vas a usar el micro que viene por defecto con la cámara, te recomiendo configurar la sensibilidad del mismo, sobre todo si vas a grabar en un ambiente que hay bastante ruido.
Guardado de los vídeos: puedes elegir entre guardar los videos en la memoria interna o en una tarjeta SD o MicroSD que hayas metido en su interior. Personalmente te recomiendo guardar los datos en la tarjeta, sobre todo si la memoria interna de la cámara es pequeña. Así podrás grabar más horas de vídeo y pasarlo al ordenador sin tener que conectar la cámara a ningún sitio. Solo es retirar la tarjeta y ponerla en el dispositivo donde queremos pasar el vídeo. Es verdad que algunos modelos ya incluyen Wifi que ayuda a que el traspaso de datos sea más sencillo.
Ajustes manuales: puedes elegir el modo automático para las grabaciones o los ajustes manuales. Si eres de las personas a las cuales les gusta tener todo a su gusto, la opción manual es la que tienes que usar para conseguir vídeos a tu gusto. El modo manual es perfecto para las personas más creativas, tanto por efectos como planos. Todos esos ajustes harán que los acabados sean unos u otros.
FPS: es importante que tengas en cuenta los FPS. Son los fotogramas por segundo. Normalmente suelen ser 30 o 60. Si quieres que la calidad del vídeo sea buena y disfrutar de una buena sensación, te recomiendo usar la opción de 60FPS. Esta opción te permitirá tener una mayor sensación de fluidez, sobre todo si vas a ver las imágenes en una pantalla grande. Como es de esperar, cuantos más FPS, más espacio ocupará, pero merece la pena, sobre todo si las imágenes son rápidas. La verdad, se nota mucho la diferencia. Si la máquina de fotos te da ese extra, configúralo a tu gusto. Prueba y rápidamente encontrarás la opción que buscas.
También es importante que regules otros aspectos como los niveles ISO, el modo de exposición, la apertura, las posibles bandas negras…
Y cuando quieras comenzar a grabar, es importante saber que la pantalla te mostrará la imagen, pero hasta que no pulses el botón de grabación, el vídeo no comenzará a grabarse. Y cuando finalices, dale al botón de nuevo para que la grabación finalice. Por supuesto, es importante practicar un poco hasta conseguir los resultados esperados. Con la práctica aprenderás a sacar partido a la cámara y podrás realizar vídeos muy buenos, sobre todo si la cámara réflex es de muy buena calidad.